martes, 11 de octubre de 2011

Solo sonreír, y dejar de pensar.
¿Que pasa? ¿De que tienes miedo? ¿De caerte?
Pues soplas un poco la gravilla y ya está. Te levantas,
sigues en pie, y ya. Y no pasa nada, duele un poco, pero
podemos intentar curarlo, con el tiempo.
Y si queda cicatriz, pues la maquillas un poco, a nadie le importará demasiado.
Te invito a un helado si quieres, o a un abrazo, gratis. 
Te haré sonreír, y borraré las lágrimas de tu rostro.
Y te quedarás sin aliento, mientras ayudo a que deje de
sangrar esa pequeña herida.

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