sábado, 21 de enero de 2012

viernes, 20 de enero de 2012



Miro el techo y quiero llorar, preguntarme porque estoy aquí, sin ti. Y empiezo a alejarme de mi y pensar en porqué coño te he conocido, y que ahora no estaría así, enamorada. Y duele, mucho, pensar que tu no te acuerdas ni de que existo, y si lo haces, soy esa 'tía tan maja' de cuyo nombre no te acuerdas. Pero, ¿que te pasa? ¿Eres gilipollas o que? Ha esa chica le importas, y mucho. Mierda, me he vuelto paranoica. No, no, no. Yo no soy de esas que se enamoran de cualquiera. Es verdad, tu no eres cualquiera. Vale, sigo pensando en ti, ¿y? Todos cometemos errores. Yo demasiados. Venga, aléjate de mi cabeza. Pero me cuesta mucho, enserio. Tu voz, tu nombre, tus ojos... Dios, es que eres perfecto. Daría mucho por un beso tuyo, pero no demasiado, tengo orgullo. Cuándo me preguntan quién me gusta nunca digo 'él' y te señalo, digo 'cualquiera' y ya está. Duele menos, sin ilusiones sin futuro. 
-¡Hola! ¿Que tal?
+Bien, aquí aburrida.
-¿Estabas pensando en mí?
+Claramente.
Y por mucho que diga que es mentira, me gustas cada vez un poco más.



jueves, 5 de enero de 2012

Pensando en olvidarte, sin poder pensar en otra cosa. ''Joder, sal, sal, ¡sal!'' pero no te vas. Y cada noche se vuelve peor, sin poder dormir pensando en ti. Dibujo corazones con tu nombre para después tacharlos y auto convencerme de que eres estúpido. Y lo intento, de verdad lo intento, pero no sales, y sigues ahí, haciéndome sentir idiota, inferior. Y solo quiero gritar, y olvidarte, si, olvidarte. Porque eres la causa de mis problemas, de que no pueda concentrarme. De que se me pase el hambre, y lo único que quiero hacer es verte, y comerte a besos. Pero no estás, y eso me reconcome la conciencia, de no haber estado más tiempo contigo, y aún así, quiero que desaparezcas, que no me vuelvas a hablar. Podría borrarte del mapa, pero planificar un asesinato no es lo mio, podría acabar suicidándome por tu culpa, por tu estúpida, irritante y encantadora culpa. Ya me ves, aquí, intentando olvidarte y no hacer más que pensar en ti.

miércoles, 4 de enero de 2012

No sé que le he hecho a este puñetero mundo para que me odie tanto, no lo sé. Quizás sea el karma, o que fui muy puta en la otra vida. Está claro que si me pasa algo bueno la voy a cagar, y lo más posible es que no suceda. No me merezco esto, no he hecho nada malo. ¿Enamorarme? Tal vez. ¿Ser imbécil? Lo soy.
Pero la culpa es más suya que mía, a mi me falta la razón, pero a él no. El tiene la culpa de ser tan guapo, tan listo, tan inteligente... Y la culpa de que me haya enamorado de él. ¿Porqué si no me iba a mirar como me mira? Sonreírme así... también es que tiene una sonrisa encantadora, casi perfecta, y ese casi es lo que más me gusta. Que no es perfecto, que ha veces lleva mal el pelo, o tropieza con las piedras. Es una persona, como otra cualquiera, pero me gusta más que las demás. 
Puede llegar a mentirme y que me parezca encantador, aunque me enfade y él me coja por la cintura, me abrace y me prometa que me va a soltar si le perdono.
Y yo le perdono, una y otra vez, y le vuelvo a perdonar más veces. Y no me importa, porque aunque intente no quererle, me parece que cada vez le amo más.