La calle estaba nevada, y hacía un frío que pelaba. Ella, que solo llevaba un fino jersey y una gran pena encima, para soportar el frío. De repente se giró, escuchando unos pasos tras ella.
-Hace frío.-dijo él, poniéndose a su lado.
-Normal, solo llevas una camiseta, DE MANGA CORTA.
-Ya, pero quería hablar contigo, antes de que te escaparas. OTRA VEZ.
-Lo siento. Pero no voy a ser otra de tus 'amiguitas'.
-Tu eres especial...
-Siempre oigo eso cuando van a romperme el corazón.
-A ver como te explico que, he salido de casa, a toda prisa, llevo días desesperado por hablar contigo, me estoy muriendo de frío y...
-¿Y?-preguntó ella, impaciente.
-Muriéndome por besarte.
-Pues muerte, porque no me vas a besar.
-¿Y sí te robo un beso?
-Adelante.
Y la besó. Pero no fue un beso robado, si no uno esperado. Uno que los unió, a pesar de que ninguno de los dos quería. Amor, eso es, amor.

-No tengo miedo de decirte lo mucho que has significado para mí. Y si no, te mostraría todas esas lágrima que he derramado por ti, pero ya están lejos. Solo quiero decirte que me he cansado de ser a tonta que te quiere, y a la que no soportas.
~Pero pequeña...
-No soy tu pequeña. Soy más grande que tú. Y no estoy dispuesta a que sigas pisoteandome y tratandome como lo que no soy; no soy tuya.
~Lo eres. Porque te quiero demasiado...
-¿Que me quieres? Tu nunca has querido a nadie que no fuera a ti, y creo que más de una vez te has sido infiel. Porque eres incapaz de centrarte en alguien. ERES UN CAPULLO. 

Porque hoy me da por decir que sí. Que sí, que soy una pesada. Que sí, que tengo mil defectos. Me ha dado por bailar esa canción que no soportas, por tirar todos mis malos recuerdos. Hoy va a ser mi día, y aunque no me lo merezca, soy una caprichosa... Pero eso me da igual. Porque hoy no tengo complejo de mi misma, soy la que canta que da pena y no soporta su sonrisa, pero también soy la que se ríe y canta a todas horas. Soy la que no soporta madrugar pero en cuanto puede madruga, o si no, duerme hasta la una, porque no tengo termino medio. Soy la que se viste del color que no soporta, solo porque le apetece. Hoy soy yo, y hoy es mi día, y tú, cielo, no entras en él.