La calle estaba nevada, y hacía un frío que pelaba. Ella, que solo llevaba un fino jersey y una gran pena encima, para soportar el frío. De repente se giró, escuchando unos pasos tras ella.
-Hace frío.-dijo él, poniéndose a su lado.
-Normal, solo llevas una camiseta, DE MANGA CORTA.
-Ya, pero quería hablar contigo, antes de que te escaparas. OTRA VEZ.
-Lo siento. Pero no voy a ser otra de tus 'amiguitas'.
-Tu eres especial...
-Siempre oigo eso cuando van a romperme el corazón.
-A ver como te explico que, he salido de casa, a toda prisa, llevo días desesperado por hablar contigo, me estoy muriendo de frío y...
-¿Y?-preguntó ella, impaciente.
-Muriéndome por besarte.
-Pues muerte, porque no me vas a besar.
-¿Y sí te robo un beso?
-Adelante.
Y la besó. Pero no fue un beso robado, si no uno esperado. Uno que los unió, a pesar de que ninguno de los dos quería. Amor, eso es, amor.